
¿Por qué viajar a Cusco en los meses de primavera?
Cusco, la antigua capital del Imperio Inca, es un destino que atrae viajeros de todo el mundo por su rica historia, cultura y paisajes naturales. Pero, ¿sabías que los meses de primavera (septiembre a noviembre) son una de las mejores épocas para visitarlo? En esta temporada, la ciudad y sus alrededores se transforman en un verdadero paraíso, ofreciendo una experiencia única para quienes buscan explorar el corazón de los Andes. Aquí te cuento por qué deberías considerar visitar Cusco en primavera.
El clima ideal para explorar.
Uno de los principales atractivos de viajar a Cusco en primavera es el clima. Durante estos meses, las temperaturas son suaves, con días soleados y noches frescas, oscilando entre los 10°C y 21°C. A diferencia del invierno, cuando las noches pueden ser muy frías, la primavera ofrece un clima más agradable, perfecto para caminar por las calles empedradas de Cusco, recorrer las ruinas arqueológicas o aventurarse en rutas de trekking.

Además, aunque noviembre marca el inicio de la temporada de lluvias, las precipitaciones en esta época son ligeras y esporádicas, lo que te permitirá disfrutar de las actividades al aire libre sin interrupciones.
Paisajes verdes y floración en pleno esplendor.
La primavera es una época de renacimiento para la naturaleza en Cusco. Después de los meses secos del invierno, los campos, valles y montañas comienzan a reverdecer, creando paisajes espectaculares. Las rutas de trekking, como el Camino Inca o Salkantay, se llenan de vida con plantas floreciendo y riachuelos que recuperan su caudal. Este verdor, combinado con los cielos despejados, hace que las vistas sean aún más impresionantes.
Visitar sitios pocos concurridos como el Balcón del Diablo o las Cataratas de Poc Poc durante la primavera te permitirá disfrutar de la naturaleza en su mejor momento, con vegetación exuberante y cascadas llenas de vida. La experiencia de recorrer estos paisajes se vuelve aún más memorable rodeado de los colores y sonidos de la primavera.
Festividades culturales en primavera.
Si bien Cusco es famoso por el Inti Raymi en junio, la primavera también cuenta con una serie de festividades culturales que te permitirán sumergirte en las tradiciones locales. Entre octubre y noviembre, muchas comunidades celebran la Fiesta de Todos los Santos y la Fiesta de la Virgen del Rosario, con procesiones, danzas típicas y ferias locales.
Viajar en primavera te ofrece la oportunidad de presenciar estas celebraciones en un entorno más auténtico y menos comercial, donde podrás conectarte con la cultura viva de Cusco y sus alrededores.

Rutas de senderismo en óptimas condiciones.
Para los amantes del trekking y la aventura, la primavera en Cusco es el momento ideal para lanzarse a explorar las montañas. Las rutas de senderismo más populares, como el Camino Inca, Salkantay o la Montaña de los 7 Colores, están en condiciones óptimas durante esta temporada.
El clima templado y la menor probabilidad de lluvias te permitirán disfrutar de caminatas largas sin el calor sofocante del verano ni las tormentas del invierno. Además, los paisajes están en su mejor momento, con ríos caudalosos, montañas verdes y cielos claros que ofrecen vistas espectaculares en cada paso.
