Plaza de armas del Cusco: Un Viaje a Través de Sus 8 Emblemáticos Portales
La plaza de armas, conocida también como la vieja plaza mayor del Cusco está cargada de leyendas enjoyadas de misterios y cubierta de sangre. Los siglos han pasado, resbalando su silueta, como sombras en la sombra del tiempo, que se hunde en la montaña borrosa y lejana del ayer remoto, han pasado los hombres, así como también los pueblos, los heroicos periodos de la guerra y las horas tranquilas de la paz, los gritos alegres del triunfo y las plegarias de la desgracia y todo como el humo de la ofrenda misteriosa y callada.

Autores como María Rostworowski afirma que el nombre en quechua de la plaza era Aucaypata (lugar del guerrero), sin embargo, Víctor Angles Vargas confirma que se llamó Huacaypata (lugar del llanto).
Durante la llegada de los españoles estos se instalaron en los palacios incas que existían en este lugar, fue en 1542 que Sebastián Garcilaso de la Vega padre del cronista Inca Garcilaso de la Vega autorizo la construcción de casonas alrededor y en medio de la plaza es así como esta plaza se divide en tres la actual Plaza de Armas, la plaza Cusipata y la plazoleta de Espinar.
Los 8 portales de la plaza de Armas:
- Portal de carnes
Se encuentra al lado derecha de la Catedral del Cusco, según datos históricos se dice que fue construido más antes que la Capilla de la Sagrada Familia. Llevaba el nombre de Portal del Comisario de la Inquisición. En 1895 fue cambiado el nombre a Portal de Carnes, porque era un lugar donde se vendía carne ya que La Plaza de Armas del Cusco albergaba un mercado.

- Portal de harinas
Este segundo Portal recibe su nombre porque aquí vivían familias comerciantes que vendían harinas de trigo, maíz, habas, chuño y de jora. Los costales de harina eran apilados contra la pared y vendidos en el mismo lugar. Anteriormente llamado Portal de “Mármol de Carbajal”, porque fue la casa de Don Francisco de Carbajal, más conocido como el “Demonio de los Andes”, fueron los comerciantes quienes cambiaron el nombre para siempre como, Portal de Harinas.

- Portal de panes
Este portal es famoso por haber sido, en épocas antiguas, el lugar donde se concentraba el comercio de panes tradicionales y productos alimenticios típicos de la región cusqueña. A lo largo del tiempo, el portal se ha convertido en una referencia histórica y cultural que mantiene viva la tradición y el espíritu del comercio colonial. Hoy en día, aunque ya no funciona como mercado de pan, el portal conserva su nombre y forma parte de la estructura patrimonial de la plaza, rodeado de restaurantes, tiendas y edificios coloniales con arcos característicos que le otorgan un aspecto único.

- Portal de confituría
Durante los tiempos coloniales, el Portal de Confituras fue un espacio donde se elaboraban y vendían dulces artesanales como mazapanes, mantecados, turrones, y otros postres que mezclaban ingredientes nativos con técnicas traídas de Europa. Estos dulces fueron incorporados a las festividades locales, convirtiéndose en parte importante de las celebraciones cusqueñas. En la actualidad, El portal alberga comercios, cafés y restaurantes, manteniendo el ambiente de la plaza con su arquitectura colonial de arcos y estructuras históricas.

- Portal del comercio
Durante la época colonial, el Portal del Comercio fue uno de los principales centros de intercambio en Cusco, en el que se podían encontrar desde artículos de primera necesidad hasta productos de lujo traídos de otras partes del virreinato o importados de Europa. Este portal era un punto de encuentro tanto para comerciantes locales como para aquellos que llegaban desde diferentes regiones de los Andes, contribuyendo a que Cusco fuera un centro comercial activo y dinámico.
- Portal de la compañía
En la época colonial, este portal fue un importante espacio de interacción social y comercial, tanto por locales como por extranjeros. Los jesuitas aprovecharon la ubicación del portal para impulsar actividades religiosas, educativas y comerciales que fortalecieron su presencia en la sociedad cusqueña su arquitectura está basada en arcos y balcones coloniales, aún conserva el estilo barroco de la época.

- Portal de Carrizos

Fue clave de actividad comercial en la época colonial. Aquí se vendían y trabajaban artículos fabricados con materiales locales, como madera y carrizo, que eran utilizados en la construcción y en la elaboración de herramientas y productos para el hogar. También se considera que el Portal de Carrizos pudo haber albergado mercados donde se comerciaban productos rurales traídos de las comunidades cercanas a Cusco. Destaca por su arquitectura colonial con arcos de piedra y balcones de madera, que dan a la plaza un carácter único
- Portal de belén

Este portal posiblemente debe su nombre a la tradición católica y al culto a la Virgen de Belén, una figura importante en el ámbito religioso de Cusco. En la época colonial, era común que los portales y calles recibieran nombres en honor a figuras religiosas, y el Portal de Belén servía como un recordatorio de esta devoción. A lo largo de los años, el portal fue un sitio donde se realizaban celebraciones y procesiones, especialmente en fechas religiosas, lo que reforzaba su vínculo con la espiritualidad y la comunidad.